Hace unos años estaba viendo la televisión cuando un anuncio llamó mi atención porque la locución que lo acompañaba era infumable. El doblaje en español parecía hecho por un tipo en Bruselas cuyo único contacto con el español era que había veraneado en Chipiona. La falta absoluta de interpretación y un inexplicable acento hacía que el anuncio fuera atroz. Aún así, el anunciante estaba interesando en introducir la marca en España e inundó los bloques de anuncios con su bazofia.
Ese anuncio era de Kayak y no tardó mucho tiempo en seguirle el de Trivago, el de Candy Crush Saga, Forge of Empires, 1&1… y de repente no era sólo un belga, sino que también habían reclutado lo que parecía una noruega y un niño bielorruso. Algo me empezaba a decir que aquello no iba a ser algo pasajero.
A día de hoy los anuncios siguen apareciendo y no solo mantienen a los mismos actores de doblaje (si se les puede llamar así), sino que otras marcas empezaban a contratar dobladores del Todo a 100 para sus anuncios. Ahora la mayoría de los anuncios parecen locutados por un GPS o por la versión premium del Loquendo. Necesitamos que esto pare inmediatamente.
Veamos, una buena parte de los spots que se emiten en este país están rodados en otros idiomas que no son el castellano (incluso cuando han sido rodados en España). A esto sumamos que la mayoría de estos spots son montados de nuevo para prescindir de la mayor parte del doblaje y para poder omitir las referencias al país de origen. A este par de filtros unimos que el movimiento de los labios de los actores originales probablemente no coincidan ni de coña con los textos de la adaptación al castellano. Si además contratamos a unos actores de doblaje nefastos (o aparentemente extranjeros) la hemos cagado a base de bien.
El doblaje en anuncios es esencial si quieres acercarte al público objetivo. No puedes interponer tanta barrera entre el producto y su consumidor y esperar que funcione. Hay que gastar dinero del presupuesto en contratar buenos actores y actrices de doblaje (y quiero incidir en las palabras “actores y actrices”). La interpretación de un texto para la venta de un producto es en ciertos casos es lo que salva al anuncio.
Vivimos horas bajas en el doblaje de spots o la locución de cuñas. Mentalmente no puedo evitar en pensar en una era post-Constantino Romero, pero soy muy injusto con tremendos profesionales cuyas voces ya de por sí son auténticos hitos en nuestra cultura popular y de los mejores dobladores a nivel mundial.
Os proponemos un ejercicio. En internet hay infinidad de sitios donde podéis escuchar ejemplos de locuciones de actores de doblaje. Poneros un buen puñado de muestras y mentalmente irán apareciendo personajes y escenas que han dado voz a momentos inolvidables en vuestra vida. Después pensad en si realmente es justo que algo que tenemos tan presente como la publicidad caiga en el error de obviar esa conexión. Una vez más la mala toma de decisiones influye en la rentabilidad de la campaña y finalmente en el bolsillo del cliente.